Confesión

Mia Trejsi está sentada en silencio, mirando a Veronica Leal. Hay una energía vacilante entre ellas, y cuando Veronica finalmente habla, su voz es suave, insegura. Confiesa que lleva semanas pensando en Mia, desde el beso que una vez rechazó. Su mirada se detiene en el rostro de Mia, escrutadora, vulnerable, pero sincera. Cuando se sienta a su lado, Veronica se inclina y besa suavemente a Mia. El beso se hace más profundo, sus manos se encuentran y la curiosidad se convierte en deseo. Veronica se desnuda lentamente, quitando la ropa a Mia con tiernos toques y besos prolongados por todo su cuerpo. Se mete entre las piernas de Mia y le lame el coño a un ritmo lento y sensual
su coño con ritmo lento y sensual, sus dedos acariciándola suavemente. Sin aliento, se retira y sonríe, susurrando que está demasiado excitada para quedarse donde están.
En el dormitorio, sus cuerpos se enredan en la cama. Mia toma el relevo, deslizando sus dedos entre los muslos de Veronica mientras se toca a sí misma. Se mueven juntas, con las caderas entrelazadas en una tijera lenta y rítmica. Los gemidos llenan el espacio, las manos se agarran, los labios rozan la piel mientras se mueven con instinto y suavidad. Cuando el placer se desvanece, se acurrucan la una en la otra y Veronica apoya la cabeza en el pecho de Mia.