Hidratar la piel

Adam Costa entra en la habitación, sin camiseta y con un bote de crema hidratante. Puedes ver el contorno de su erección a través de sus pantalones. Observas cómo se frota lentamente la crema por el pecho, deslizando las manos hacia abajo con cada pasada. Te mira a los ojos, se quita los pantalones y sigue humedeciéndose los muslos con movimientos lentos y deliberados. Se acerca, coge tus manos y las guía por su cuerpo, con las palmas calientes sobre su piel suave. Mientras le acaricias, se inclina y empieza a besarte los pechos, chupando suavemente cada pezón. Sus labios recorren tu vientre y pronto estás tumbada boca arriba, con las piernas abiertas, mientras te come el coño a lengüetazos profundos y lentos que te hacen jadear. Lo pones encima de ti y él se desliza dentro. Lo montas en vaquera y luego pasas al misionero, con vuestros cuerpos moviéndose en sincronía. En cuchara, te rodea con un brazo y te folla hasta que os corréis los dos.