Concurso en el que todos ganan

Antonia Sainz tira el mando a un lado, frustrada, cuando termina el juego. Johnny Bravo ríe suavemente y se estira a su lado. Desliza una mano sobre su muslo, trazando lentos círculos. Ella lo aparta al principio, haciendo pucheros, pero luego se vuelve, sonriente, y le mete la mano entre las piernas. Sus dedos suben, acariciando sus bragas. Ella se echa hacia atrás mientras él se arrodilla, separa suavemente sus muslos y desliza su ropa interior hacia abajo. Su lengua acaricia su coño con movimientos lentos y profundos, haciéndola temblar. Se sube encima de ella y se la folla en el misionero con embestidas firmes y concentradas. Ella lo cabalga en vaquera, con las caderas rechinando, y luego se pone en cucharita, gimiendo al ritmo de su respiración. Ambos se corren, con los cuerpos enredados y calientes.